Dicen que cada maestrillo tiene su librillo, e incluso en el mundo de la publicidad, esto es así. Estamos de acuerdo en que en la actualidad hay numerosas formas, maneras y medios para hacer una publicidad efectiva, pero cada uno de los profesionales que se dedican a este medio tienen sus propias preferencias, y a veces depende de eso la elección del propio profesional, para ver qué tan lejos y a qué gente puede llegar nuestro producto.
Los hay bastante apegados a la prensa clásica, a esos periódicos que compramos diariamente, o a las revistas que salen semanalmente, pero son los menos, la verdad; estamos ante un medio que, lo más seguro, es que llegue a desaparecer, no su contenido, sino su formato, pues la tecnología digital les ganará la batalla antes o temprano, si es que antes no se la gana la deforestación. Y los hay verdaderos adictos a la radio, un medio del que siempre se dice que va en caída libre en cuanto a audiencia, pero lo cierto es que se mantiene bastante estable, aunque en realidad haya que ser realistas en que puede ser el que menos difusión tenga en estos momentos.
Yo, contra todos los pronósticos, soy un forofo de la televisión; creo que une los dos mejores sentidos para que llegue la información: la vista y el oído. Ojo, que así y todo se juega con la manipulación, o eso dicen los detractores de permanecer horas delante de la caja tonta; pero eso a un publicista le viene de perlas. No creo que pueda haber un medio más directo de hacer publicidad de cualquier cosa, a veces hasta sin pretenderlo, y pondré un ejemplo: todo el mundo recuerdo con todo lujo de detalles aquella Nochevieja en que una cantante italiana muy voluptuosa enseñó un pecho en vivo y en directo (bueno, el programa era grabado por supuesto, pero ya me entendéis). Nadie imaginaba que esa año íbamos a acabar con una señorita mostrando las tetas en televisión, y aquella quedó en nuestra retina por los siglos de los siglos; si en aquellos momentos hubiera habido un anuncio de cualquier tipo de por medio créeme que nadie lo hubiera olvidado tampoco.
Digo que prefiero este medio contra todo pronóstico, porque seguramente la gran mayoría de la gente joven prefiere internet, que realmente muestra la información en plan televisión, sólo que a la carta. Esa es una pequeña desventaja para la televisión, aunque hay que reconocer que es porque las cadenas han hecho abuso, y lo siguen haciendo, de sus tiempos de publicidad, seamos sinceros. La gente parece pensar que en los medios online se librarán de eso, pero se olvidan de los banners que muestran contenido porno, y donde también te tragas tetonas follando por doquier en menos que canta un gallo; sin embargo, por curioso que sea, tendemos a olvidar a estas señoras voluptuosas en menos que canta un gallo, seguramente porque son muchas las que acabamos viendo al cabo del día, u otro contenido pornográfico, da igual.
Dicen que también desaparecerá la televisión convencional, que llegará el momento en que las cadenas verán cómo sus contenidos online superan a los del directo, y cómo sus anuncios en directo acabarán por no dar beneficios a causa de la ausencia de público, con lo que no les traerá a cuenta. Supongo que es un factor a tener en cuenta, sobre todo por las agencias de publicidad, pues por mucho que se suban al carro de las nuevas tecnologías, no hay un medio mejor que la televisión para controlar perfectamente cada anuncio que emiten, en términos de productos, duración, hora de emisión y resultados de las campañas. Pero bueno, parece que cada cual se está buscando las habichuelas como puede.