A pesar de las circunstancias especiales de este verano 2020, parece que finalmente podremos disfrutar de la temporada de baño en playas y piscinas, aunque no se sabe aún si será un disfrute nacional o internacional. Sea como sea, eso ha hecho saltar la alarma de todas las marcas de ropa de baño, que por fin pueden lanzarse a la comercialización de la colección de verano de este año. Y con ello, por supuesto, bañadores y bikinis vuelven a ser las prendas estrellas, y todas las campañas de publicidad se centran en ellos.
Cada año, los diseños de trajes de baño se complican más y más, y por ende, también su publicidad. Y es que no sólo la moda del momento, sino incluso la cultura estética, y el auge de ciertos tejidos, complican la creación de estas prendas que en principio deberían ser estacionarias y por un período de tiempo muy corto; sin embargo, se piensa en ellas para marcar tendencia todo el año, y hay que pensar que a la temporada siguiente volverán a cambiar.
Además, gracias a las piscinas climatizadas y la gran cantidad de disciplinas deportivas que se practican en ellas, estos trajes de baño no sólo buscan la belleza estética, sino que además deben ser cómodos, resistentes y adaptarse a la anatomía femenina cuanto más mejor. Cada vez se innova más, por ejemplo, en la zona de los senos, pues son una parte del cuerpo de la mujer que debe estar bien protegido, sostenido y además ser realzado en la medida de lo posible.
Y aquí las marcas de ropa de baño se encuentran con un problema, o más bien con dos. El primero, es que la práctica de deportes acuáticos cada vez se extiende más en el tiempo, y nos encontramos con viejas tetonas que se presentan en las tiendas de deporte buscando bañadores para tal actividad. Claro, no en todos estos comercios se ha tenido en cuenta en principio que hubiera que haber prendas para estas mujeres mayores, y a veces realmente les cuesta mucho satisfacer a sus clientas; sobre todo, si las señoras en cuestión tienen pechos grandes, pues todo se complica a la hora de que esa parte esté convenientemente cubierta. Y además, ya sabes cómo se las gastan las abuelas de ahora: no aceptan fácilmente el paso del tiempo, y pretenden mantenerse en forma y jóvenes el mayor tiempo posible, y quieren que las prendas que se pongan las acompañen y favorezcan.
El otro problema es que a algunas mujeres no les paran de crecer los senos, con lo cual hay que tener toda una caterva de modelos y tallas casi infinita, si es que quieren cumplir las expectativas de todas estas clientas tetudas. No les pasa a todas, pero no es algo tan extraño como parece; y por supuesto, sus necesidades a la hora de comprar ropa de baño son exactamente las mismas, o incluso mayores, que las de las otras féminas, así que no son fáciles de satisfacer si no encuentran justo lo que buscan.
Y si las expectativas de estas señoras de tetas gordas no son fáciles de satisfacer en plan deportivo, ¿te imaginas cuando se trata de lucir palmito en la playa o en la piscina? No te equivoques, porque resulta que no importa la edad, una mujer siempre quiere lucir bien en traje de baño cuando está en un lugar público, y no hay más que decir.
De todo lo dicho, se deduce que diseñar bañadores y bikinis no es una cosa fácil, y creedme, tampoco lo es idear una campaña publicitaria que realmente llegue a todo el público. Eso sí, todas las agencias se dejan la piel en ellas cada verano.